Ayer escribió Luismi de la EWTO en La Coruña un gran artículo sobre una determinada manera de enseñar Wing Tsun (y supongo que en otras artes marciales también pasa): el «no me toques que soy tu profe». Coincido 100% con lo que ha escrito y os recomiendo que lo leáis. Sólo voy a dar mi opinión, porque el ha explicado el caso mejor que yo.
Siempre me ha parecido de risa ese halo de distanciamiento y la prohibición de pegar a riesgo de bronca o reacción violenta (que las hemos visto todos). Máxime cuando estamos enseñando un arte marcial.
A ver, no estoy diciendo que los alumnos tengan que ir a intentar mandar al hospital a los instructores, que todos sabemos reconocer cuando un golpe es accidental, viene con mala baba o es fruto de la habilidad. Además hay que poder enseñar. Si viene con mala baba o cambias tu actitud o te vas a tu casa. Si es accidental NO PASA NADA, colgando cuadros todos nos hemos pegado con el martillo en el dedo y hay que aprender a controlarlo. Y si es fruto de la habilidad hay que CELEBRAR que el alumno aprenda, porque es también un éxito del profesor. Y si no te gusta…no enseñes a pegar.
Es más, en mi opinión un Wing Tsun que no se enseñe pegando no vale para una mierda (para dejarlo claro). Se convierte en una serie de coreografías y habilidades táctiles…pero no en habilidad de combate. «Tal como entrenes, así pelearas». Nosotros forzamos a los alumnos a pegar. Tienen que aprender a perder el miedo a soltar la mano, a aprender a sacar potencia y velocidad, a aprender a parar el golpe antes de que golpee (control), pero también a aprender a recibir, a cómo reaccionan ellos y el contrario tras un impacto en cualquiera de los dos, y a cómo aprovechar o recuperarse de eso. En una pelea, aunque sea amistosa, recibir van a recibir.
Además es que el Wing Tsun requiere el aprendizaje del uso de la presión, la estructura y la potencia elástica. Y todo esto, el propio motor del wing tsun, no puede aprenderse si el alumno no se suelta. Con posiciones estáticas no se pelea (es algo dinámico y adaptativo). Como dijo Sifu Salvador son muletas y a freir un hueov se aprende friendo.
Y los instructores somos personas, podemos relajarnos, despistarnos, o tener huecos y fallos, como todos. NO PASA NADA. Mis alumnos (y los de muchos otros que conozco) entrenan relajados conmigo porque saben que no les voy a pegar si me pegan. Soy una persona que lleva más entrenamiento que ellos y tiene menos (aunque muchos) fallos y menos (muchísimos, pero menos) huecos. De hecho les felicito…no puede ser de otra manera: les sale lo que enseño.
Al final es una falta de seguridad. Y punto. Bueno, y la tontería de los grados como título «nobiliario».
Luego está el que dice «es que me has pegado mal» jejejejje. Ante eso os dejo este vídeo (inglés):